lunes, 4 de enero de 2010

la mano invisible

La única vez que Adam Smith menciona “la mano invisible” en La Riqueza de las Naciones es después de haber alabado la política inglesa de altos aranceles en las Leyes de Navegación, y entonces añade que tras esa política proteccionista es como si una mano invisible hubiera impulsado a los consumidores ingleses a comprar productos industriales ingleses. La mano invisible no sustituyó en realidad a los altos aranceles hasta que la industria manufacturera, tras un largo periodo, resultó internacionalmente competitiva. Leyendo a Adam Smith de esa manera es posible argumentar que era un mercantilista mal entendido. Para él el punto clave era el ritmo con el que se iba imponiendo el libre comercio. Vale la pena señalar que entre Enrique VII y Adam Smith hubo tres siglos de rigurosa protección arancelaria.

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Dejo aquí también el artículo de Jose Carlos Diez sobre recapitulacion del año:


Feliz 2010
JOSÉ CARLOS Díez
ECONOMISTA JEFE DE INTERMONEY
Nuestra tradición catolicista es una gran losa y parece obsceno felicitar el año habiendo cuatro millones de parados. Adam Smith ya resolvió estos conflictos en el siglo XVIII con la célebre mano invisible: «Si quieres el bien común, busca tu propio interés». Es cierto que la mano invisible no resuelve todos los problemas, como ha demostrado esta crisis, pero es mucho más efectiva para reducir la tasa de paro que rezar el rosario.
La realidad es que, a principios del 2009, la niebla era tan densa que no dejaba ver más allá de una semana y el que escribe no esperaba que el PIB dejara de caer tan pronto. Mi tesis es que en el cuarto trimestre tendremos una tasa de crecimiento trimestral del PIB y por lo tanto ya estamos fuera de la recesión. Dicen que la destrucción de empleo será mayor y más prolongada, pero yo espero que la economía genere empleo neto la próxima primavera. Dicen que la destrucción de empresas y la tasa de paro será tres o cuatro puntos mayor, o sea cercana a cinco millones de parados. Yo espero que alcance su máximo la próxima primavera, que no supere el 19% y que acabe el 2010 por debajo del cierre del 2009.
Los verdaderos damnificados de esta crisis son las personas que han tenido que cerrar su empresa, la mayoría pequeños empresarios, los jóvenes que no encuentran empleo y, sobre todo, el millón y medio de personas que ha perdido su puesto de trabajo. Para ellos toda nuestra solidaridad, pero si de verdad queremos ayudarles debemos perder el miedo y comenzar a normalizar nuestro patrón de consumo.
La realidad es que nuestras empresas han sabido interpretar los gustos de los consumidores internacionales y nuestras exportaciones van como un tiro desde la pasada primavera, ayudando a mantener empresas y puestos de trabajo locales. Pero si queremos que las empresas vuelvan a contratar hace falta ventas y eso no es posible sin consumo. Después de esta maldita crisis, seguimos teniendo 18 millones de ocupados, un 50% más que en 1994, y dos tercios de nuestras familias ya han pagado su primera vivienda. Sé solidario y compórtate con normalidad. El huracán ya ha pasado y ahora debes ayudar a reparar los daños causados.

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