Es sabido que "si aumenta la oferta de vivienda en alquiler, bajará la presión sobre los precios de compra". Este es el tipo de propuesta para quedar bien con los votantes de edad (que quieren que sus hijos puedan formar hogar) pero que, en realidad, carece de significado. El importe de un alquiler evoluciona en paralelo al aumento del precio de compra, porque aquel no es sino una capitalización de éste.
La oferta de alquileres puede verse beneficiada por la posibilidad de que el arrendador pueda desgravar parte del ingreso en el IRPF (siempre que lo haya declarado, algo que se hace en contadas ocasiones) y por la implantación de juicios rápidos de desalojo por impago. La propuesta de reducir el plazo de vigencia de los contratos de alquiler de cinco a tres años quizás haga aumentar la oferta, pero hará disminuir la demanda por "expulsión", de nuevo, de los colectivos que no puedan mejorar sus rentas. La idea de aumentar la oferta gravando la vivienda vacía para que salga al mercado se supone que está paralizada hasta que pasen por lo menos las elecciones autonómicas de 2011. El pasado 1 de enero entró en vigor la ley del desahucio exprés, que fomentará el alquiler si los propietarios de viviendas declaran sus ingresos al fisco. De ello habla CINCO DÍAS del pasado 22 de octubre, pág 34.
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