viernes, 22 de enero de 2010

La producción de vehículos en España retrocede al nivel de 1994

La producción de vehículos en España retrocede al nivel de 1994

Se fabricaron 2,17 millones de unidades, 160.000 gracias a las ayudas a la compra

FÉLIX CEREZO-Madrid

Pasó con las ventas y se ha repetido con la producción: 2009 fue un ejercicio para olvidar, aunque pudo haber sido más doloroso. Las estadísticas dadas a conocer por la patronal de constructores Anfac, con 2,17 millones de unidades fabricadas, suponen retroceder casi un 15% frente a 2008 y dejarse 371.000 vehículos en un ejercicio, además de tener que acudir hasta 1994 para encontrarse una cifra de producción tan baja.

Sin embargo, las mismas fuentes recuerdan que, de no haber sido por los planes de ayudas a la compra, se habrían dejado de fabricar otros 160.000 turismos. Y de hecho, mientras que en la primera mitad del año nuestras fábricas habían perdido un 27% de fuelle, en el segundo -cuando esos programas funcionaban a pleno rendimiento- el cambio de tendencia permitió que crecieran en un porcentaje similar.

Tirón de Alemania

El efecto llamada fue muy intenso desde mercados como el alemán, que llegó a importar un tercio de turismos españoles más que en 2008; Francia -nuestro mejor cliente, pues compra uno de cada tres coches que exportamos- incrementó el volumen un 12% e Italia, un 13,5%.

Pero también aportó la vertiente nacional -léase Plan 2000E- de modo que, si en 2008 la cuota de autoconsumo de turismos fabricados en España era del 25,9%, la irrupción del programa de incentivos la incrementó en más de un punto.

La clave, curiosidades de la vida, reside en algo que muchas veces se ha considerado como una relativa debilidad de nuestra industria: la especialización en coches pequeños y con menor valor añadido. Es decir justo aquellos -VW Polo, Seat Ibiza, Ford Fiesta, Citroën C3...- proporcionalmente más beneficiados por ayudas que son lineales en la cantidad y que, por otro lado, han estado condicionadas a niveles de emisiones inalcanzables para la gran mayoría del resto de turismos.

El caso extremo fue Italia, donde los utilitarios fueron nueve de los 10 modelos más vendidos. En Francia, la proporción fue de seis a cuatro y en nuestro mercado, quizás por lo de en casa del herrero, cuchillo de palo, ganaron los coches más grandes por siete a tres.

La demanda adicional generada tuvo también un efecto beneficioso en el empleo. Según cálculos de Anfac, el número de trabajadores afectados por un ERE se pudo reducir en 26.000 personas, con un ahorro de 100 millones de euros en costes sociales.

En cualquier caso, casi que ahí se acaban las buenas noticias ya que de las 16 fábricas que funcionan en nuestro país, sólo tres mejoraron sus cifras respecto a las de 2008. Fueron las dos de Renault en Valladolid (94.809 coches, un 1,8% más) y Palencia (255.280 vehículos y un 55% más); y la del Grupo PSA en Madrid, donde se montaron un 11,4% más vehículos (127.768) que en el ejercicio anterior.

El escenario fue particularmente ruinoso en aquellas especializadas o con una fuerte carga de producción en vehículos comerciales, industriales o 4x4. La de Mercedes (en Vitoria), las dos de Nissan (Ávila y Barcelona), las tres de Iveco o la de Santana Motor sufrieron descensos que rondaron o superaron el 60%. En el caso de las furgonetas y todoterrenos, porque su demanda se ha visto especialmente dañada por la crisis y la falta de crédito. Una circunstancia a la que, en el caso de los camiones, hay que sumar la inexistencia de ayudas.

Primer superávit desde 2003

Aunque con el peor nivel de exportaciones de coches en los últimos 13 años y a falta de los datos definitivos, el sector español del automóvil tuvo en 2009 su primer superávit comercial de los últimos seis años.

Y es que, según datos del Ministerio de Industria, entre enero y octubre el balance era positivo en 1.171,2 millones de euros, con un saldo favorable de 4.765,6 millones para automóviles y motocicletas y un déficit de 3.594,4 millones en el de piezas para vehículos.

La clave ha estado en la ralentización de la caída de las exportaciones, acompañado por un fuerte retroceso de las compras exteriores, especialmente en el ámbito de los componentes para vehículos.

En el periodo contabilizado (enero-octubre) la automoción concentró el 17,5% de las exportaciones totales del comercio exterior español y el 12,6% de las importaciones.

El buen resultado de 2009 consolida el avance logrado durante 2008, cuando el déficit del sector se redujo casi a la mitad, hasta los 707 millones de euros.

En la última década, el saldo había sido favorable para España entre los años 2000 y 2003, pero la tendencia se rompió al ejercicio siguiente y desde entonces se registraron saldos negativos, hasta alcanzar el récord de 2007: más de 8.000 millones de euros.

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